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viernes, 29 de enero de 2016

Habib `Abd al-Qadir al-Saqqaf

Habib `Abd al-Qadir al-Saqqaf




Su Linaje

Él es al-Habib `Abd al-Qadir bin Ahmad bin `Abd al-Rahman bin `Ali bin `Umar bin Saqqaf bin Muhammad bin `Umar bin Taha bin `Umar bin Taha bin `Umar bin `Abd al-Rahman bin Muhammad bin `Ali bin Sheij `Abd al-Rahman al-Saqqaf bin Sheij Muhammad Mawla al-Dawilah, bin `Ali Mawla al-Darak, bin `Alawi al-Ghayur, bin al-Faqih al-Muqaddam Muhammad, bin `Ali, bin Muhammad Sahib Mirbat, bin `Ali Khali` Qasam, bin `Alawi, bin Muhammad Sahib al-Sawma`ah, bin `Alawi, bin `Ubaydullah, bin al-Imam al-Muhajir il-Allah Ahmad, bin `Isa, bin Muhammad al-Naqib, bin `Ali al-`Uraydi, bin Ja`far al-Sadiq, bin Muhammad al-Baqir, bin `Ali Zayn al-`Abidin, bin Husayn al-Sibt, bin `Ali bin Abi Talib y Fatimah al-Zahra’, la hija de nuestro Maestro Muhammad, el Sello de los Profetas ﷺ.

Su madre fue Sayyidah `Alawiyyah bint Habib Ahmad bin Muhammad al-Jifri.

Su Vida

Habib `Abd al-Qadir nació en Say'un, en 1331 (1912). Durante los últimos años de su vida, Habib `Ali al-Habashi le puso el nombre y dio buenas nuevas del futuro que esperaba a ese niño. Le fue dada la mejor de las educaciones por parte de su padre, el gran erudito y persona que llama a Allah, Habib Ahmad. Si se le hacia tarde, incluso por unos pocos minutos para el Hizb del Corán después del Maghrib en Masjid Taha, [1] su padre le hacia pasar un mal rato esa noche. "¿Cómo puedes preferir cualquier cosa sobre tu Señor, Su Libro y Su Casa?" "Lo que hizo que te retrasaras te será de algún beneficio en la agonía de la muerte o en la próxima vida? ¿Estará contigo en tu tumba?" le preguntaba su padre. Habib `Abd al-Qadir memorizó el Corán en su infancia y comenzó la búsqueda del conocimiento a manos de su padre y el Mufti de Hadramaut, Habib `Abd al-Rahman bin `Ubaydullah al-Saqqaf , así como Habib Muhammad bin Hadi al-Saqqaf. Entre sus maestros estaban los Imames de su tiempo, Habib `Alawi bin `Abdullah bin Shihab, Habib Ja`far bin Ahmad al-`Aydarus y Habib `Abdullah bin Umar al-Shatri.

Comenzó a enseñar públicamente en Say'un cuando aún estaba en su juventud y los estudiantes de conocimiento acudían a beneficiarse de él. Sin embargo, debido a la creciente persecución que los eruditos recibieron a manos del régimen socialista en el sur de Yemen, abandonó el país en 1393 (1973), yendo primero a Singapur y luego a Indonesia. Luego se dirigió a Hijaz, y se estableció en Jeddah. Estableció reuniones de conocimiento y recuerdo en su casa en Jeddah a las que asistian numerosos eruditos y visitantes.

Hizo viajes a varios países llamando al camino hacia Allah y visitó a los eruditos y musulmanes en esos lugares. Entre los lugares que visitó estaban Siria, Líbano, Egipto, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Islas Comoras (donde visitó a Habib Umar bin Sumayt en compañía de Habib Ahmad Mashhur al-Haddad) y África Oriental. Visitó Yemen del Norte y volvió a visitar Hadramaut después de la unificación de Yemen del Norte y del Sur, pero no se reinstaló allí.

Fue amado por todos los que entraron en contacto con él. Tenía una inmensa preocupación por cada miembro de esta Ummah, independientemente de su raza o rango y no se detenía ante nada para atender las necesidades de la gente y lidiar con sus peticiones. Innumerables personas se beneficiaron de su conocimiento y de sus reuniones, que eran reuniones de conexión con Allah, Su Mensajero ﷺ y sus herederos. Es una gran bendición que varias de esas reuniones fueran registradas en vídeo.

En su llamada a Allah, se convirtió en el blanco de muchos abusos, pero en cada situación él sólo respondió haciendo lo que Allah quería. El no hizo daño ni abusó de nadie en respuesta. Revivió el camino del Imam al-Bujari, quien dijo: "Espero dejar esta vida sin que Allah me haga rendir cuentas por calumniar a un solo musulmán". Los que le habían hecho daño en el pasado le visitarían en Jeddah y serian tratados de la misma manera que trataría a viejos amigos y hermanos, les honraría y cubriría sus necesidades.

Dijo: "Si alguien viene a mí en necesidad, no puedo descansar hasta que haya hecho todo lo posible por satisfacer su necesidad".

Aconsejó a la gente a leer la fórmula siguiente en tiempos de dificultad:

اللهُمَّ صَلِّ وسَلِّمْ على سَيِّدِنا مُحمِّدِ بِنْ عَبْدِ الله القائِمِ بِحُقُوقِ الله ماضَاقَتْ إلا فَرَّجَهَا الله

Allahumma Salli wa Sallim `ala Sayyidina Muhammad bin `Abd Allah al-Qaaimi bi Huqooqi Allah madaaqqat ila Farrajaha-Llah

"Oh Allah, otorga oraciones y paz a nuestro Maestro Muhammad, hijo de Abd Allah, el que cumple con los derechos de Allah. Ninguna dificultad surge sino que Allah la elimine".

Las personas conocidas por su odio hacia Habib `Abd al-Qadir y su metodología no podían dejar de enamorarse de él y convertirse en sus acérrimos seguidores. En numerosas ocasiones, la gente abusó de él abiertamente, pero él nunca respondió o se defendió. Él cumpliría el derecho de cada persona; el único derecho que él ignoraría era el suyo. Como dice Allah: Repele (el mal) con lo que es mejor. Entonces aquel que fuera un enemigo para ti será como un amigo íntimo. [2]

Un día, un hombre de negocios dio a Habib `Abd al-Qadir una bolsa que contenía un millón de riales saudís. Tomó la bolsa y condujo alrededor de Jeddah distribuyendo el dinero. Decía a su chofer: "En este apartamento hay un grupo de viudas, dales esto". En pocas horas, había distribuido todo. Sacudió la bolsa para asegurarse de que estaba vacía y luego dijo: "Oh Allah, da testimonio".

Sus contemporáneos estaban de acuerdo que él era realmente su Imam. Habib Ibrahim bin `Aqil bin Yahya dijo de él:

جَمَعَ الإِلَهُ مَحَاسِنَ الأَوْصَافِ

فِي الغَوْثِ عَبْدِ القَادِرِ السَّقَّافِ

أَحْيَا بِهِ المَوْلَى عُلُومَ كِتَابِهِ

وَبِهِ اسْتَقَامَتْ سِيرَةُ الأَسْلافِ

لَقَدْ تَرَبَّعَ فِي رَبِيعِ مَقَامِهِمْ

فَهُوَ الخَلِيفَةُ دُونَ أَيِّ خِلافِ

"Allah puso todas las cualidades loables en el ghawth, `Abd al-Qadir al-Saqqaf
A través de él, el Señor dio vida al conocimiento de Su Libro; a través de él, el camino de los predecesores permaneció recto
Él estaba firmemente asentado en las estaciones que poseyeron, por lo que es, pues, el Califa, (su sucesor), sin ningún tipo de debate".

Cuando Sayyid Salim bin Abdullah al-Hamid solicitó consejo de Habib `Abdul-Qadir, él escribió lo siguiente:

Después de alabar a Allah y enviar bendiciones sobre el Mensajero de Allah, él le aconsejó aferrarse a la taqwa de Allah. Dijo que, "La gente de taqwa son de diferentes niveles y la taqwa en sí no tiene fin, ya que es en realidad una emanación divina que la gente recibe de acuerdo a la disposición de sus corazones. Los que han alcanzado estas estaciones están con las personas con sus cuerpos físicos, pero con Allah con sus corazones y almas.

Así que sé ávido, mi hermano, para llegar a estos reinos en los que eres testigo la grandeza de los signos de Allah. Esto se logrará a través de la pureza interna y externa y la protección de los miembros propios de cometer actos de desobediencia. Si el siervo utiliza sus extremidades en el servicio de su Señor, Allah le protegerá del Diablo: Verdaderamente tú (Iblis) no tienes poder sobre Mis siervos. [3]

Cumple con los derechos de tus padres, tus familiares, tu cónyuge, tus hijos, tus vecinos y toda la gente de La ilaha ill'Allāh. Observa la oración, porque en la oración le das saludos a todos los siervos devotos de Allah. Por lo tanto el que descuida los oración, descuida los derechos de toda la gente de La ilaha ill'Allāh. Realiza las sunnas y los Adhkar pertenecientes a la oración, porque toda acción piadosa implica una recompensa específica y un don divino específico y conexión. Y si el siervo complace a su Señor a través de servirle, trata de acercarse a Él por obedecer sus mandamientos y se da cuenta de que él es un siervo cuyo papel es estar parado en la puerta, Allah le envolverá con el manto de Su amor y le llevará a acercarse a Él hasta que [Allah dice] "me convierto en el oído con el que oye, los ojos con los que ve ..."

Busca constantemente el descenso de la misericordia de Allah a través de una suplica en un estado de quebrantamiento y humildad, ya que nada es más propicio para traer a la luz Su misericordia que el reconocimiento de la propia debilidad del siervo, y Allah es más misericordioso con Sus siervos que una madre con su hijo.

Se te es requerido cumplir con los derechos de Allah y los derechos de Sus siervos y esto sólo es posible, en primer lugar, mediante la búsqueda de la asistencia de Allah y, en segundo lugar, mediante la organización de tu tiempo para que le des a cada individuo su derecho. Cumple los derechos del pueblo de La ilaha ill'Allāh asistiendo a los funerales, visitando a los enfermos y ayudando a los desamparados. Tratales de la mejor manera posible, como te gustaría ser tratado, porque la misericordia implica misericordia y "aquellos que muestren misericordia se les mostrará misericordia por el Todo Misericordioso".

Habib `Abd al-Qadir continuó llamando a Allah en Hijaz, viajando entre Jeddah y los Sagrados Santuarios, difundiendo el conocimiento y la misericordia que había heredado de su abuelo, el Mensajero de Allah ﷺ. Hacia el final de su vida, la enfermedad lo confinó en su casa, pero no le impidió recibir numerosos visitantes. A pesar de la inmensa cantidad de trabajo que realizaría, nunca permitiría que la semana pasara sin completar la recitación del Corán. Esto fue porque el amor hacia el Corán había sido profundamente infundido en él desde su infancia.

Su Muerte

Finalmente respondió a la llamada de su Señor antes del Fajr del 19 de Rabi` al-Thani de 1431/ 04 de abril 2010, a pocos meses de su centésimo cumpleaños. La oración fúnebre fue la misma noche en el Masjid al-Haram en la Meca y fue enterrado en el Cementerio Ma`la en la cercanía de su madre, la Madre de los Creyentes, al-Sayyidah Khadijah al-Kubra y sus compañeros en la camino, Habib Ahmad Mashhur al-Haddad y Habib Muhammad al-Haddar. Que Allah le colme de misericordia y eleve a los más altos rangos en el Paraíso. Que podamos seguir beneficiándonos de este gran imam.



Imagen cortesía de Sayyida Khadija 'Umar al-Saqqaf (que Allah le incremente y preserve en completo bienestar)


1 Es tradición en las mezquitas de Hadramaut que las personas se reúnan después del Maghrib para leer una parte del Corán juntos en grupo. Masjid Taha fue establecido por el Imam Taha bin 'Umar al-Safi (muerto en 1007), antepasado de Habib `Abd al-Qadir y el primer Sayyid `Alawi en establecerse en Say'un.

2 Fussilat, 41:34

3 Al-Hijr, 15:42

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